Carta destino al cielo

 

Ya pasaron dos años desde tu partida, pero sigo sintiendo el foraneo vacío en el alma y el corazón, cada amanecer siento que estás en tu cuerto duermiento, y voy a saludarte, mas un abrazo darte, pero de un momento a otro me doy cuenta que ya no estás mas aquí.

Noches y tantas noches me he sentido solo, recuerdo aquellos días en que me hablabas y me llenabas el alma con tus buenas palabras, tus bellos y hermosos consejos que me gustaban tanto.

Tantas noches, la soledad ha representado mi corazón, desde que te fuiste ya nada es igual, todo cambío, mi vida tomó otro camino, aveses me siento triste, y en ese momento nada mas me queda escribir, cuando te recuerdo y veo tu rostro en mi mente, mis lágrimas veo caer, pero sé que no debo llorar, me hago fuerte y dejo el llanto, por que cada vez que piendo en los recuerdos tuyos, pienso que en mi haz hecho todo lo bueno.

Aveses pienso que la vida es injusta, no deberían irse las personas que son tan buenas de buen corazón, personas que son como ángeles, pero las cosas pasan por algo, por me es cuestion de saber entender la vida, y para mí todo comienza a tener sentido.

Se que cuando pienso en tí, estas conmigo viendome, cada vez que te pienso en mis momentos de soladad, siento que estás junto a mí, a mi lado.

Ciertas veces no puedo creer lo que me pasa, pero por dentro se que no es fantasía, ni sueños, es verdadero lo que está psando, tu estas conmigo siempre.

Sabes, siento y lo creo, te veo en otros cuerpos, en otras personas, tu forma de ser, la forma en que actuabas conmigo al estar en esta tierra, eso lo siento en algunas persona que se me acercan, y siento que tratas de decirme algo a través de ellos, y cuando pasa ese momento, me siento muy feliz y contento por que sé que no estoy solo, ya no, de una otra manera estás conmigo, siempre estás conmigo.

Estés donde estés, en el cielo, en el paraíso, en el más allá, quiero que sepas que te admiro, te recuerdo, siempre piendo en ti y te amo con el alma, corazón y mente.


Tu fuiste un maestro, un aconsejador, como un padre para mí.

Tu junni.

Siempre estaré pensando en ti.